La terapeuta irá buscando en la zona superior del cuerpo, lejos de la zona de dolor principal, puntos de tensión para ir liberándolos. En la mayoría de los casos, existen puntos de tensión alejados del punto de dolor. Es necesario desbloquear estos puntos si se quiere restablecer el equilibrio de la fascia. Se puede emplear varias formas de trabajar para soltar las tensiones.
La terapeuta aplica movimientos de tejido profundo con otras técnicas de masaje, que alivian la tensión muscular superficial y que dan la sensación de bienestar, descanso y relajo, además de ello, favorecen la circulación sanguínea y regulan la tensión psico-física.
Se realiza en camilla, con aceites esenciales mezclados con aceite de almendras 100% natural y una música que inspire paz y tranquilidad.
Los masajes estimulan el sistema nervioso, reduce molestias, el estrés acumulado, la ansiedad y las tensiones del día a día, incluso su efecto antiestrés ayuda a mantener alejado el insomnio.
Activa la circulación sanguínea y linfática, lo que acelera el proceso de eliminación de toxinas del cuerpo, mejora el aporte de nutrientes y aumenta el nivel de oxígeno a nivel celular. También mejora el aspecto de la piel y tonifica la musculatura.
Mejora el bienestar ya que su máximo objetivo es aumentar la producción de endorfinas en nuestro cuerpo, aliviando dolores, como el dolor de cabeza, la fatiga.
Indicar si tiene afecciones o alergias cutáneas:
Es necesario para poder determinar si está indicado el masaje en estos casos, así tomar las precauciones correspondientes.
Tomar suficiente agua:
Mantener el cuerpo correctamente hidratado es una necesidad permanente, incluido antes de un masaje. Es importante beber suficiente agua durante el día y asegurarse de tomar un vaso de agua una hora antes del masaje, esto evitará los mareos.
Evitar las comidas pesadas:
Si va a tomar un masaje, evite comer abundantemente o alimentos pesados y difíciles de digerir. Esto podría provocar termine sintiéndose cansado y letárgico, todo lo contrario a lo que quiere. Será mejor que la última comida que haga antes del masaje liviana.
Evitar beber alcohol:
Las bebidas alcohólicas están completamente desaconsejadas antes del masaje. Esta combinación es peligrosa, porque aumenta la carga tóxica del cuerpo al incrementar la circulación. Las personas que han bebido alcohol pierden cierta sensibilidad ante el dolor y nublan el juicio.
Evitar la cafeína y otros estimulantes:
Una de las principales razones para tomar un masaje es relajarse. La cafeína y otros estimulantes pueden interferir con la capacidad de las personas de lograr este objetivo.
Tomar un baño tibio antes y después:
El efecto relajante del agua tibia corriendo sobre el cuerpo ayudará soltar los músculos, preparándolos mejor para aprovechar los beneficios del masaje.
Planificar el masaje para un momento estratégico:
No existe una hora perfecta para tomar un masaje, el momento idóneo dependerá de su horario y estilo de vida.
Algunas personas se sienten revitalizadas al tomar el masaje durante la mañana, para empezar el día, pero otras lo prefieren al final de la tarde, para liberar el estrés acumulado durante la jornada de trabajo. Si se planifica con antelación, también será más fácil eliminar o disminuir los distractores durante ese tiempo. Por ejemplo, avisar en la oficina que durante ese horario no está disponible.
- La terapeuta revisa previamente el estado de su cabina: higiene de sala, nuevos textiles de camilla, bata, música, luz, temperatura y todos los elementos necesarios para atenderle.
- La terapeuta le dará la bienvenida, lo recibirá cordialmente, realizando el protocolo de ingreso COVID, para lo cual le solicitará sus datos personales, temperatura, y una declaración de salud.
- La terapeuta lo acomodará en su sala, le facilitará una bata, saldrá de la sala mientras usted se desviste, y esperará a que le dé permiso antes de entrar de nuevo.
- Antes de comenzar, debe llenar una ficha para identificar molestias y zonas a manipular, además de descartar contraindicaciones de la terapia.
- En la sesión, le cubrirá con una manta, y sólo se irán destapando las zonas a tratar, por lo que nunca se sentirá expuesto(a).
- No dude en explicar si se siente incómodo(a) y prefiere no retirarse ninguna prenda: su terapeuta le entenderá perfectamente.
- Es imprescindible que se sienta cómodo(a) durante la sesión. Para ello, no dude en avisar a la terapeuta si no se siente a gusto por cualquier motivo – la temperatura de la sala, las almohadas, la camilla, la posición, etc. – Ella buscará la forma de acomodarle para que descanse todo el tiempo de su servicio.
- Si en determinadas zonas puede sentir algo de dolor, es conveniente que le comunique a la terapeuta, para que conozca su nivel de sensibilidad.
- Muchos tratamientos pueden ensuciar la raíz del pelo y/o alterar el maquillaje: informe a la terapeuta si después debe acudir a alguna cita importante.
- Siga las indicaciones de su terapeuta, le indicará al finalizar la sesión que no conviene incorporarse de forma brusca, pues puede marearse. Lo ideal es estar tres o cuatro minutos relajado, e incorporarse después de forma progresiva.
- Tras el servicio, puede sentir somnolencia. Habitualmente, es normal puesto que se trata de una respuesta del organismo al descanso. Si nota que persiste, es conveniente que lo comunique a la terapeuta.
- Puede solicitar transporte privado (a cargo del cliente) o avise a un familiar cuando finalice el servicio para ser recogido en el Spa.
- La terapeuta le enviará recomendaciones por correo electrónico, para que pueda mantener una rutina apropiada para sentir una mejora permanente.
Después de la sesión usted puede presentar una inflamación, enrojecimiento y dolor de la zona tratada. Este efecto es transitorio, por lo que puede variar de 2 a 4 días, dependiendo de la dolencia y profundidad del masaje.
Es importante mantener una buena hidratación durante el tratamiento, usted debe beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día. Así como, seguir una dieta sana y equilibrada.
Consulte a su médico si es aconsejable el uso de analgésicos para aliviar molestias leves, no obstante si usted presenta dolores intensos y permanentes, es recomendable visitar un médico general o un traumatólogo, que pueda evaluar su situación particular.
Recuerde que un sólo masaje no es milagroso, cuando hay dolor en varias zonas, es importante asistir con regularidad, dependiendo de la(s) zona(s) a tratar.
En algunos casos se recomienda una atención kinesiológica integral, para determinar el motivo de consulta y tratamiento adecuado a sus dolencias.
En muy raras ocasiones pueden aparecer pequeñas abrasiones en la superficie cutánea. En este caso póngase en contacto con nosotros y le indicaremos cómo proceder.
Cualquier consulta, llame o escriba para que una profesional pueda resolver sus dudas.
Casos en los que no se debe aplicar el masaje facial:
Fiebre, enfermedades infecciosas y enfermedades contagiosas.
Inflamación, heridas recientes, hematoma en la cara o cicatrices de cirugías recientes.
Tumores o quistes en la zona.
Enfermedades infecciosas de la piel, como hongos u lupus.
Enfermedades no infecciosas, como dermatitis alérgica o quemaduras.
En caso de acné profundo se necesita consejo médico.
CONTRAINDICACIONES RELATIVAS
Dermatología: micosis y dermatitis piógena.
Epilépticos no controlados y Sd. coreicos
Hipertensión arterial y varices.
Infección que se pueda propagar por contacto
Claustrofobia
Hipertiroidismo e hipotiroidismo
Embarazo.
Inestabilidad emocional o psicológica
CONTRAINDICACIONES ABSOLUTAS
Los tumores malignos
Cardiopatías descompensadas
Tuberculosis (cinesiterapia activa).
Bronquitis crónica descompensada.
Trombosis o hemorragias activas.
Heridas abiertas o tatuajes recientes.
Enfermedades agudas con fiebre.
Cáncer
Enfermedades vasculares
Cirugías Recientes